Una mano del DixitSeñores y señoras, ¡Sevilla juega! Pero no al fútbol, como puede parecer, sino a juegos de mesa, jajaja.
Este fin de semana pasado, el más caluroso del entrante verano hemos estado en la Moliquedada sevillana, una reunión de jugones en casa de nuestro gran amigo Fran Moli.
Nos hemos intoxicado de juegos y más juegos, de comida basura, de refrescos y helados, de piscina y de muchas risas.
Ha sido una gran quedada jueguil. He conocido a más gente jugona, personas encantadoras y muy interesantes. Y me he hartado de jugar. El domingo a las seis de la tarde ya estaba KO, ya no podía más. Mi mente no podía procesar ni una regla más ni desarrollar ninguna estrategia para ganar. Mi espíritu competitivo estaba derrotado. Me "metalicé" (una expresión que el grupo de sevillanos jugones usan cuando quieren decir que alguien está totalmente hundido y defenestrado)
El viernes empecé jugando a un Battlestar Galactica hasta la hora de cenar. Me gustó, pero no demasiado. Aunque lo pasé muy bien porque mi tripulación eran muy buena gente. Yo era la presidenta de Galactica y descubrimos no demasiado tarde a los Cylons encubiertos.
Por la noche jugué con Rosa (amiga de 7 añitos) a varios juegos infantiles: Avionetas Piruetas, uno de carrera de Erizos, al Ubongo... Y para terminar la noche jugamos a un Torres, gran juego.
Musambay, Christian, Luis y yo jugamos al Torres
El sábado jugué al Galaxy Trucker, un divertido juego en el que cada jugador es un camionero espacial que intenta ganarse la vida transportando mercancías. Lo curioso del juego es que tienes que construirte tu propia nave a contra reloj con chatarra y piezas sueltas de otras naves.
La nave que me construí en uno de los turnos
A la tarde jugué al Automobile, muy, pero que muy bueno. Me gustó muchísimo. La industria automovilistica de los años 20 en América me entusiasmó. Y aunque no logré vender muchos coches y tuve pérdidas pero disfruté gestionando mis fábricas de automóviles.
Jugamos al Evo que trata sobre la evolución de los dinosarios para adaptarse al clima.
El Evo con Teresa y Bene
También jugué al Blox, un juego abstracto buenísimo. A la noche, antes de acostarnos jugamos un grandioso Puerto Rico, mi juego favorito. En otra ocasión os hablé de él en la entrada ¿Es cosa de niños o de adultos? Segunda parte: Los juegos de mesa.
Tablero individual de la Isla de Puerto Rico
Es muy curioso, depende de con quién juegues tienes que ir con una estrategia u otra. Tengo muy claro que la próxima vez que juegue con FranMoli al Puerto Rico no iré al por el capataz continuamente porque nos "metalizó" a todos con sus mercancías de café. Qué gran juego.
El domingo jugué a otro juego nuevo que me gustó bastante. Me pareció muy interesante, aunque tendría que volverlo a probar para ver que tal, una vez aprendidas las reglas: Confucius, un juego sobre intrigas y sobornos políticos en la corte imperial china. Cada jugador debe sobornar a los demás jugadores para que te hagan favores y ésto se hace con regalos, los cuales no se pueden despreciar y te hace estar comprometido con los demás.
Y al juego más sencillo y bonito que jugué el domingo fue el Dixit, un juego precioso. Cada jugador tiene cartas con imágenes muy sugerentes y poéticas. El jugador en turno debe elegir una de su mano, ponerla boca a abajo en la mesa, a continuación tiene que decir una frase o una palabra que le evoque esa carta elegida. Los demás jugadores tienen que elegir otra carta de su mano que también pueda evocar a esa frase o palabra y ponerla boca a abajo en la mesa. Se mezclan todas y se descubren. Cada jugador debe votar por cual es la verdadera y si se acierta te vas sumando puntos. Si alguien elige otra carta que no sea la verdadera se le dan puntos de victoria al jugador que la echó.
Las cartas del Dixit
Lo pasamos genial, como siempre, la gente encantadora. Mas de 30 personas estuvimos jugando todo un fin de semana, divirtiéndonos como niños. El más mayor creo que tendría unos cuarenta y tantos y la más pequeña 6 meses. La media de edad 30 años, gente joven, inteligente, educada, divertidos, sociables, compañeros de juego y grandes amigos.
No sé si recordaréis cómo hacíais amigos de pequeños: jugando. Cuando un niño o niña se te acercaba y te decía la frase mágica de "¿quieres jugar conmigo?, a partir de ese momento erais amigos.
Pues estoy viviendo a mis 32 años exactamente lo mismo. Cada vez que una persona me pregunta ¿quieres jugar?, se inicia una gran amistad.
Este fin de semana pasado, el más caluroso del entrante verano hemos estado en la Moliquedada sevillana, una reunión de jugones en casa de nuestro gran amigo Fran Moli.
Nos hemos intoxicado de juegos y más juegos, de comida basura, de refrescos y helados, de piscina y de muchas risas.
Ha sido una gran quedada jueguil. He conocido a más gente jugona, personas encantadoras y muy interesantes. Y me he hartado de jugar. El domingo a las seis de la tarde ya estaba KO, ya no podía más. Mi mente no podía procesar ni una regla más ni desarrollar ninguna estrategia para ganar. Mi espíritu competitivo estaba derrotado. Me "metalicé" (una expresión que el grupo de sevillanos jugones usan cuando quieren decir que alguien está totalmente hundido y defenestrado)
El viernes empecé jugando a un Battlestar Galactica hasta la hora de cenar. Me gustó, pero no demasiado. Aunque lo pasé muy bien porque mi tripulación eran muy buena gente. Yo era la presidenta de Galactica y descubrimos no demasiado tarde a los Cylons encubiertos.
Por la noche jugué con Rosa (amiga de 7 añitos) a varios juegos infantiles: Avionetas Piruetas, uno de carrera de Erizos, al Ubongo... Y para terminar la noche jugamos a un Torres, gran juego.
Musambay, Christian, Luis y yo jugamos al Torres
La nave que me construí en uno de los turnosJugamos al Evo que trata sobre la evolución de los dinosarios para adaptarse al clima.
El Evo con Teresa y Bene
Tablero individual de la Isla de Puerto RicoEl domingo jugué a otro juego nuevo que me gustó bastante. Me pareció muy interesante, aunque tendría que volverlo a probar para ver que tal, una vez aprendidas las reglas: Confucius, un juego sobre intrigas y sobornos políticos en la corte imperial china. Cada jugador debe sobornar a los demás jugadores para que te hagan favores y ésto se hace con regalos, los cuales no se pueden despreciar y te hace estar comprometido con los demás.
Y al juego más sencillo y bonito que jugué el domingo fue el Dixit, un juego precioso. Cada jugador tiene cartas con imágenes muy sugerentes y poéticas. El jugador en turno debe elegir una de su mano, ponerla boca a abajo en la mesa, a continuación tiene que decir una frase o una palabra que le evoque esa carta elegida. Los demás jugadores tienen que elegir otra carta de su mano que también pueda evocar a esa frase o palabra y ponerla boca a abajo en la mesa. Se mezclan todas y se descubren. Cada jugador debe votar por cual es la verdadera y si se acierta te vas sumando puntos. Si alguien elige otra carta que no sea la verdadera se le dan puntos de victoria al jugador que la echó.
Las cartas del DixitNo sé si recordaréis cómo hacíais amigos de pequeños: jugando. Cuando un niño o niña se te acercaba y te decía la frase mágica de "¿quieres jugar conmigo?, a partir de ese momento erais amigos.
Pues estoy viviendo a mis 32 años exactamente lo mismo. Cada vez que una persona me pregunta ¿quieres jugar?, se inicia una gran amistad.
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